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Thursday, May 19, 2016 (read 2492 times)
 

Hablando con las manos

by Diego

Lauris nos habla de la importancia de la enseñanza de la expresión gestual.

Hace unos años, bastantes por cierto, algunos periódicos españoles publicaron una fotografía en su primera página. La foto no era de una noticia escabrosa con cadáveres salpicando el paisaje ni tampoco era de un científico que hubiese descubierto una solución mágica para algún problema gravísimo. Era una foto del entonces presidente de EE.UU. Bill Clinton, tomada durante un viaje del mismo al estado de Texas. El señor Clinton estaba de pie, sonriente, y tenía la mano izquierda levantada, con los dedos hacia arriba, de los que el dedo corazón y el anular estaban flexionados. ¿Por qué esa foto de una visita interior a un estado del sur del mandatario estadounidense resultaba de interés para un país tan lejano? Porque ese gesto, que entre los sureños norteamericanos evoca los longhorns, esa raza de toros con enormes cornamentas que son una especie de tótem tejano; ese gesto, repito, en España y en Italia –por lo menos- es un insulto que se usa en contadas ocasiones por su agresividad.

Si un día viajas a Grecia y, recién llegado al aeropuerto decides tomar un taxi para que te acerque a tu alojamiento, ni se te ocurra llamar al vehículo levantando la mano con la palma extendida, para los helenos ese gesto significa lo mismo que para nosotros el puño cerrado del que emerge desafiante el dedo corazón.

Cuando hablamos de la importancia en nuestras clases de enseñar a nuestros alumnos una lengua real, alejándonos de la exagerada gramaticalidad de algunos métodos al uso y centrándonos en lo pragmático, no podemos olvidar el lenguaje no verbal, que en una lengua como la española es de una importancia indiscutible. Ya se sabe que los españoles no podemos hablar con las manos en la espalda, necesitamos el apoyo, el énfasis y a veces la contradicción y la ironía que la gesticulación puede –y debe- aportar a la comunicación verbal directa.

Por cierto, y haciendo un paréntesis, sobre qué español enseñar hemos encontrado, en el foro Comunidad Todoele, un artículo muy interesante, que puedes encontrar en la siguiente dirección: http://todoelecomunidad.ning.com/profiles/blogs/qu-espa-ol-ense-ar?xg_source=activity

En una lengua como el español, que utiliza tan frecuentemente los elementos enfáticos y las posibilidades irónicas del lenguaje (como el orden de los elementos en la frase o la traída y llevada cuestión de las implicaturas), el elemento gestual es algo a lo que deberíamos dedicar algunos de nuestros desvelos didácticos para conseguir que nuestros aprendientes no se queden con la boca abierta cuando, tras preguntar a alguien cómo fue la fiesta de ayer, esa persona, en lugar de articular palabra alguna, lo que hace es resoplar con un sonido parecido a un “fúúú” mientras mueve la mano derecha, con la palma hacia abajo en forma pendular e inmediatamente la gira con la palma hacia arriba y aproxima y separa los dedos rítmicamente. Es nuestra forma de decir: “¡Había muchísima gente!”

Como cada maestrillo tiene su librillo dejamos a la decisión de cada uno, conociendo la dinámica interna de su grupo de clase, la forma de introducir estos elementos paraverbales, pero no queremos olvidar una referencia a algunos materiales que nos pueden servir de inestimable ayuda a la hora de sistematizar la enseñanza: nos referimos a un clásico que, a pesar de tener más de veinte años, ha sobrevivido con elegancia al paso del tiempo, es el “Diccionario de gestos, con sus giros más usuales”, editado por Edelsa, de J.Coll, Mª José Gelabert y E. Martinell. También hemos encontrado en la red un sitio –inacabado, con carencias, pero con un stock de material muy interesante y muy fácilmente usable en el aula- que vale la pena visitar: http://www.coloquial.es


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